¿Por Qué No Tienes Hambre Después de Entrenar?

¿Por Qué No Tienes Hambre Después de Entrenar?

¿Alguna vez terminaste de entrenar y, sorprendentemente, no tenías ganas de comer? Este fenómeno tiene base científica, y se llama supresión del apetito inducida por el ejercicio. Vamos a descubrir cómo funciona y qué ocurre en tu cuerpo.

1. ¿Qué es la Supresión del Apetito por Ejercicio?

Cuando haces ejercicio, tu cuerpo experimenta varios cambios. Uno de ellos es la alteración de las hormonas que controlan el apetito. Estas hormonas son como "mensajeros" que le dicen a tu cerebro si tienes hambre o si ya estás lleno. Por ejemplo:

  • Grelina: Es la hormona del hambre. Cuando está alta, sientes hambre.
  • GLP-1 (Glucagón-like Peptide-1) y PYY (Peptide YY): Son hormonas que te ayudan a sentirte lleno o satisfecho después de comer.

Cuando haces ejercicio, especialmente de alta intensidad, los niveles de grelina disminuyen, lo que suprime el hambre, y aumentan las hormonas como GLP-1 y PYY, que le dicen a tu cuerpo que ya has comido suficiente.

2. ¿Funciona Igual para Todos?

No del todo. Aunque muchos estudios se han centrado en hombres jóvenes y saludables, las investigaciones han mostrado que los efectos del ejercicio sobre el apetito varían:

  • Intensidad del ejercicio: Cuanto más intenso es el ejercicio, más suprime el hambre. El entrenamiento de alta intensidad, como el HIIT (entrenamiento de intervalos), tiene un mayor efecto en la reducción de la grelina y el aumento del GLP-1 y PYY.

  • Duración del ejercicio: Curiosamente, la duración del ejercicio no parece ser tan importante como la intensidad. Tanto si entrenas 30 minutos como 90 minutos, los efectos sobre el apetito son similares, siempre que la intensidad sea alta.

  • Sexo y hormonas: Hay diferencias importantes entre hombres y mujeres debido a las hormonas sexuales, como el estrógeno y la progesterona. Por ejemplo, algunos estudios sugieren que las mujeres podrían sentir más hambre en ciertos momentos de su ciclo menstrual debido a los cambios hormonales.

3. Hormonas Clave en la Supresión del Apetito

  • Grelina: Esta es la hormona responsable de decirle a tu cerebro "¡Tengo hambre!". Después de hacer ejercicio, tus niveles de grelina caen, lo que significa que no sientes tanto hambre.

  • GLP-1 y PYY: Estas hormonas te ayudan a sentirte lleno. Después de entrenar, especialmente si ha sido intenso, tu cuerpo libera más de estas hormonas, lo que contribuye a la sensación de saciedad, incluso si no has comido mucho.

4. La Intensidad del Ejercicio Importa

No todos los tipos de ejercicio tienen el mismo impacto en el apetito. Los entrenamientos de alta intensidad, como correr a intervalos rápidos o las clases de spinning a todo ritmo, parecen ser los más efectivos para reducir las hormonas del hambre. En comparación, un ejercicio más suave, como una caminata, podría no tener el mismo efecto supresor del apetito.

Esto se debe en parte al lactato, una sustancia que tu cuerpo produce durante el ejercicio intenso. Investigaciones recientes sugieren que el lactato podría tener un papel en la reducción de la grelina, aunque los científicos aún están investigando cómo funciona exactamente.

5. Comer Después del Ejercicio: ¿Más o Menos?

A pesar de que el ejercicio te hace quemar calorías, no necesariamente te deja con un apetito voraz. De hecho, la mayoría de las personas no compensan completamente las calorías quemadas durante el ejercicio al comer más después. Esto es una gran noticia si estás tratando de perder peso, ya que significa que puedes quemar calorías y, al mismo tiempo, controlar mejor tu ingesta de alimentos.

Sin embargo, esto puede depender del tipo de ejercicio. Por ejemplo, después de ejercicios intensos, muchas personas experimentan una supresión del apetito, pero en ejercicios suaves o prolongados, el hambre puede aparecer más tarde.

6. Nuevas Áreas de Investigación

La ciencia sigue avanzando en este campo. Actualmente, los investigadores están explorando otras sustancias que podrían influir en la supresión del apetito después del ejercicio. Algunas de estas áreas incluyen:

  • Miocinas y exerkinas: Son sustancias que los músculos liberan durante el ejercicio. Se piensa que podrían tener efectos en el control del apetito, pero todavía hay mucho por descubrir.

  • Hormonas sexuales: Especialmente en mujeres, el ciclo menstrual parece jugar un papel en cómo el ejercicio afecta el apetito. Las hormonas como el estrógeno y la progesterona influyen en cuándo y cuánto queremos comer.

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